El shabat
El calendario litúrgico judío sigue manteniendo la misma división del tiempo que se hace en la Torá, y que se observaba en el culto del templo. Cada siete días se celebra el shabat, día en el que no se realiza ningún trabajo. Este es un acto simbólico de abstención, por el que los judíos devuelven el mundo a su dueño, es decir, a Dios, reconociendo que todo lo que el hombre consigue con su trabajo es solo producto de la bondad divina. Durante el shabat, lo único que se hace es rezar, estudiar, descansar y estar en compañía de la familia. Durante ese día y durante las fiestas, se recita en las sinagogas un servicio religioso adicional, el musaf, que se corresponde con el sacrificio que se ofrecía en el Templo en dichas ocasiones.
El calendario litúrgico judío sigue manteniendo la misma división del tiempo que se hace en la Torá, y que se observaba en el culto del templo. Cada siete días se celebra el shabat, día en el que no se realiza ningún trabajo. Este es un acto simbólico de abstención, por el que los judíos devuelven el mundo a su dueño, es decir, a Dios, reconociendo que todo lo que el hombre consigue con su trabajo es solo producto de la bondad divina. Durante el shabat, lo único que se hace es rezar, estudiar, descansar y estar en compañía de la familia. Durante ese día y durante las fiestas, se recita en las sinagogas un servicio religioso adicional, el musaf, que se corresponde con el sacrificio que se ofrecía en el Templo en dichas ocasiones.
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