
Mahoma tuvo su primera experiencia profética a los 40 años de edad cuando, según afirmaba, se le apareció el arcángel Gabriel en una visión. Mahoma confió a su familia (perteneciente a la tribu quraysh, que disfrutaba del poder político en La Meca) y amigos íntimos el contenido de ésta y de sucesivas visiones. Después de cuatro años, había convertido a unas 40 personas y luego comenzó a predicar en público en su ciudad natal de La Meca, principal núcleo comercial de Arabia. Ante la hostilidad de esta ciudad, marchó a Medina en el año 622. Este acontecimiento, la Hégira o ‘emigración’ marca el primer año del calendario islámico. En Medina, Mahoma adquirió muy pronto autoridad espiritual y temporal, y llegó a ser reconocido como legislador y profeta. Tras vencer la oposición árabe y judía que había encontrado en Medina, emprendió entonces una guerra contra La Meca. Poco a poco las tribus árabes le declararon su lealtad y La Meca se rindió en el año 630. Cuando murió en el 632, Mahoma era el máximo dirigente de un Estado árabe que incrementaba su poder con una gran rapidez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario