
La quinta obligación del musulmán es el hach, la peregrinación a la Kaaba, en La Meca. Todo musulmán adulto, capacitado físicamente y dotado de bienes suficientes debe realizar esta peregrinación por lo menos una vez en su vida. Celebrado durante los primeros 10 días del último mes del año lunar, el rito exige que los peregrinos se encuentren en un estado de absoluta pureza. Los elementos principales de este prolongado rito son dar siete vueltas a la Kaaba, correr por siete veces a paso ligero entre los dos túmulos próximos al santuario, separados entre sí unos 400 metros. Con ello se completa la denominada “peregrinación mayor”. La “peregrinación menor” incluye la visita a los lugares próximos de Mina y Arafat, y la realización de diversos ritos como la lapidación con siete piedrecillas de tres puntos que evocan las tres veces que Abraham fue tentado por el demonio.
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